Pensé: “porque no viajamos a Portugal me han dicho que los otoños son muy cálidos y soleados. Inmediatamente me imagine paseando por la costa, con el sol acariciando mi cara y tomando algunas cervezas al atardecer en la playa». Y pusimos rumbo a Portugal sin dudarlo ni un solo segundo. Texto & Riding: Hannes Klausner // Fotografía: Christoph Breiner
Pero luego todo resulto muy diferente. Tras montar la bicicleta quisimos aprovechar el día a tope, resultaría ser nuestra primera y última oportunidad de ver salir el sol en Portugal.
Las nubes llegaron rápidamente, justo después de esta única puesta de sol que tuvimos la suerte de presenciar. Los cielos se estaban oscureciendo y se abrieron para que cayera una lluvia masiva que trajo toneladas de niebla y que nunca más desapareció durante el tiempo que pasamos allí.
No es lo que esperábamos al venir y realmente… Pero nos vino bien, solo necesitábamos esos pequeños momentos para abrir nuestros ojos a la belleza que la madre naturaleza nos ofrecía y todas las oportunidades que venían con ella.
Desde ese momento, cambiamos el plan de forma espontánea, día a día, y pudimos experimentar algunas de las salidas en bicicleta más épicas, hermosas e impresionantes de nuestras vidas. Realmente es como un mundo de sueños del que ya no quieres despertarte. Incluso aprovechamos el mal tiempo para fotografiar algunos paisajes costeros raros que nunca en la vida olvidare.
Que agradecido estoy al ciclismo de montaña, es un deporte al aire libre que me permite salir a divertirme en cualquier condición climatológica y me brinda experiencias como esta. Tomate tu tiempo, piensalo y vuelve a disfrutar de todos esos momentos que hemos recopilamos en forma de fotografías para usted y anímate a salir, andar en bicicleta todos los días y apreciar cada momento haciendo lo que amas.
