La Navidad es una época donde tradicionalmente algunos excesos toman protagonismo, además de otros muchos factores no ayudan a salvar la situación. Estamos ya inmersos en invierno, el frío pega con fuerza y nos encontramos viviendo los días más cortos del año y la pereza viene a jugar en nuestra contra.
Exceso de comida
La principal preocupación de todos los deportistas en estas fechas es intentar contener el peso en la medida de lo posible. Es inevitable asistir a una de las tradicionales comidas navideñas y no pasarte de calorías y alimentos prohibidos. Ser plenamente consciente de lo que comemos será primordial para no terminar estos días con unos kilos de más.
Alcohol
El alcohol es mala combinación para muchas actividades tanto por su efecto inmediato cómo por los secundarios. Los digestivos, los brindis etc… todo ello está dentro del radio de acción del alcohol. Las temidas resacas también crean en nuestro cuerpo unos efectos contraproducentes para la práctica del deporte.
Desplazamientos
El no poder disponer de nuestra herramienta de trabajo durante unos días no tiene que ser un motivo por el cual perder algo de nuestra forma. Hay otras muchas actividades deportivas que son idóneas para estos días, aunque no te encuentres en tu residencia habitual.
Salidas nocturnas / Falta de sueño
Reuniones familiares que acaban a altas horas de la madrugada, salida con los primos y amigos que terminan de día y los especiales navideños en la televisión, hace que cambiemos nuestros hábitos diarios. Estos pequeños cambios harán que el cuerpo se mal acostumbre a horarios no compatibles con el deporte.
Échale un pulso a la meteorología
Además todos los contratiempos creados por las fiestas debemos luchar contra la meteorología. El frío, la niebla, la lluvia o la nieve no son los mejores aliados para disfrutar de la mountain bike. Revisa las predicciones, escoge tus recorridos favoritos y abrígate correctamente, seguro que no te arrepientes.