Has vaciado tu hucha para comprarte la bicicleta de tus sueños, por ello y para que disfrutes desde el primer día es muy importante que tanto tu posición sea correcta como que los componentes estén perfectamente ajustados. Estos son unos cuantos consejos a la hora de realizar los primeros ajustes a tu bicicleta nueva.
Colocación de las manetas de frenos
La correcta posición de nuestras manos sobre el manillar hará que evitemos un montón de dolores en las propias manos, brazos, cuello o espalda. Una posición neutra para empezar sería colocarnos montados en la bicicleta en posición de marcha y con las manos sobre los puños, extender los dedos en proyección a la de nuestros brazos. Esa sería una posición natural, a partir de ahí puedes modificarlo dependiendo de tus gustos.
Posición correcta del sillín
La colocación del sillín puede afectar además de al rendimiento, gravemente a nuestra ergonomía llegando a producir alguna lesión. Utiliza los trucos orientativos para poner el sillín a la altura como el del libro en la entrepierna y multiplica por 0,885, el resultado en centímetros será la distancia entre el lomo del sillín y el centro del eje de pedalier. También puedes hacerlo sentado sobre el sillín y con el talón del pie apoyado en el pedal tu pierna debe quedar completamente estirada. Si tienes dudas acércate a tu tienda más cercana y pide el consejo de un profesional, si quieres ir más allá y que tu rendimiento sea óptimo, realiza una prueba biomecánica.
El SAG de las suspensiones
Cada marca y modelo de suspensiones tiene unas características particulares que hacen que su ajuste y regulación sea diferente. Su mal reglaje hará a la bicicleta perder eficiencia, hacer que no vayamos cómodos incluso llegar a sufrir alguna avería. Consulta la guía de tu modelo y comprueba en la tabla cual es la presión con respecto a tu peso y utiliza los accesorios correctos para su mantenimiento.
Ajustar la dirección
Puede ser que en un primer momento la dirección no esté bien apretada y pueda encontrarse un pequeño juego en el componente, soluciónalo inmediatamente antes de que la cosa vaya a más. Por el contrario puede suceder que la presión que ejerce la potencia sea excesiva y la dirección esté demasiado dura, eso hará que la conducción no suave y yerres en la trayectoria. Debe de ir fuertemente apretada pero sin sentir que está forzada.
Comprobar que el freno no está rozando
En ocasiones simplemente con el gesto de quitar las ruedas para el transporte y volverlas a colocar los discos rozan en las pastillas. Con la sencilla acción de suspender un momento la bicicleta con las ruedas puestas y girarlas un poco podremos comprobar si están perfectamente colocadas o por el contrario y hacen el característico ruido y se siente que poco a poco se van frenando. Ya sabes lo que toca, desmonta, monta y vuelve a comprobar. Si el fallo persiste es posible que se haya movido la pinza, ajústala con la rueda montada.
