El 1 de Enero es un buen momento de poner todos los relojes a cero y empezar una nueva temporada repleta de ambiciosos objetivos y grandes expectativas. Para que todo ello llegue a buen puerto, es imprescindible una concienzuda planificación con fases muy definidas. El conjunto de todas las actividades que realicemos debe de tener un fin, el éxito.
Tiempo disponible
Dependiendo de nuestras obligaciones cotidianas dispondremos de un número de horas para entrenar. A raíz de este tiempo tendremos que ser conscientes del tamaño del objetivo a conseguir. En los meses más fríos y con menos horas luz podemos optar por las actividades bajo techo, cómo el ciclo indoor o las actividades dirigidas.
Estado de forma
Al arrancar con un nuevo plan de entrenamiento debemos tener en cuenta en que forma física nos encontramos. Las actividades deben ser acordes a él e ir aumentando de intensidad a medida que nuestro cuerpo las vaya asimilando. No es recomendable empezar con las series en las primeras semanas, el cuerpo necesita coger primero fondo y fuerza y eso se hace a base de kilómetros.
Número de competiciones
Saturarse de competiciones en un corto espacio de tiempo genera en el cuerpo situaciones de tensión tanto física como psíquica que pueden desembocar en lesiones o episodios de estrés y ansiedad. Aunque hay momentos del año que el calendario está completamente saturado de actividades, siempre ten claro si es bueno o no para tu objetivo o tan sólo quieres participar para pasártelo bien.
Apóyate en profesionales
Nadie sacará de ti mayor rendimiento que un entrenador, él marcará la intensidad de las sesiones, los días de gimnasio, descanso y los momentos en que pasar por el físio. No creas que es algo exclusivo de los deportistas profesionales, si tu objetivo es ambicioso lo mejor es que te pongas en manos de uno. Ten cuidado con el intrusismo laboral, escoge tan sólo especialistas cualificados.
Descanso y alimentación
Tan importante como la exigencia en los entrenamientos, es tener el cuerpo en perfecto estado para poder soportarlo. Si la alimentación no es correcta y el cansancio se va acumulando el rendimiento no será óptimo. Esta sensación puede ir creciendo haciendo fracasar en nuestro objetivo y llegar límites perjudiciales para la salud.