El bueno, el feo, el malo… y el biker
Lo confieso, soy un aficionado al spaguetti western, tal vez sea por que ya no soy un niño o porque me encanta ver la mirada dura y desafiante de Clint Eastwood en “El bueno, el feo y el malo”. Puede que no lo sepáis, pero una buena parte de las producciones cinematográficas relacionadas con el western de la época se rodaron en España, casi todas en los desiertos de Almería, aunque una de las escenas más famosas y míticas se rodo en la provincia de Burgos.
El cementerio de Sad Hill fue el escenario donde transcurren los últimos momentos de la película y la secuencia más recordada, el duelo a tres entre Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef. Todo ello magistralmente dirigido por Sergio Leone al ritmo sonoro de “La fiebre del oro”, el majestuoso tema de la banda sonora de Ennio Morricone. Curiosamente este es el tema con el que Metallica se prepara para salir a escena en todos sus conciertos, y es que la fiebre del western nos ataca a todos.
No se me ocurría una mejor forma de anunciar mi reciente colaboración con los chicos de Reverse Components que con una aventura al más puro estilo western, algo mítico, con carácter y sobre todo con un duelo donde al final gana el bueno (también el feo (Tuco) se sale con la suya al final).
Desenterrando Sad Hill
Ya conocía la película, pero lo que no sabia es que algunas partes se habían rodado en España. Concretamente las escenas del puente, las trincheras y el cementerio de Sad Hill, la escena clave y más famosa de la película. Todas ellas fueron rodadas en el Valle de Mirandilla, Burgos.
Me pareció fascinante así que me puse a investigar un poco y descubrí a los culpables de que Sad Hill volviera a estar vivo y entre nosotros tantos años después: David Alba, Diego Montero, Sergio Garcia y Joseba del Valle entre otros muchos integrantes de la Asociación Cultural Sad Hill. Creo que sin saberlo ellos también hicieron historia al lograr desenterrar y volver a crear el impresionante cementerio de la película.
La escena del rodaje sufrió un deterioro progresivo durante los años, hasta llegar a desaparecer totalmente. La naturaleza realizo su labor y cubrió todo con su vegetación hasta lograr que todos olvidaran que un día allí se rodo la escena más famosa del Western. Gran parte de las antiguas cruces del cementerio se encuentran en las casas de algunos vecinos que hace años las cogieron para cubrir goteras.
Los chicos de la asociación comenzaron sacando el empedrado central, un trabajo extremadamente duro pero que lograron realizar gracias a muchos voluntarios que venían desde diferentes partes del país e incluso de Francia e Italia, atraídos sin duda por el magnetismo del film y del lugar.
Más tarde y tras tomar fuerzas decidieron idear un plan para sacar adelante el proyecto de las tumbas y las cruces. Boom, de repente surgió la idea, apadrinar tumbas, sencillamente genial. De esta forma lograron, no sin multitud de horas de trabajo y esfuerzo, dar vida de nuevo a Sad Hill.
Podéis disfrutar de un magnifico documental donde se narra y documenta de forma muy fiel y emotiva el trabajo de reconstrucción. Un fin común, un sueño, una ilusión consiguieron que lo imposible se hiciera posible. “Desenterrando Sad Hill”, dirigido por Guillermo de Oliveira.
La Ruta BFM
Los propios chicos de la Asociación Cultural Sad Hill han preparado una ruta que transcurre por los lugares que fueron utilizados como escenario en la película y que resulta ideal para recorrer en bicicleta. Para esta aventura me he permitido la licencia de modificar la ruta y adaptarla a las zonas y tramos que quería recorrer en mi bici.
No quería perderme la Bajada de La Yecla, un desfiladero con pasarelas situado en Santo Domingo de Silos, el Monasterio de San Pedro de Arlanza, el pueblo de Carazo, Contreras… Sin duda una bonita ruta que me ha permitido gracias a mi bicicleta descubrir esta increíble historia, que sin hacerlo de forma premeditada me ha unido emocionalmente al espíritu de la película y de la gente que ha hecho posible esta hazaña.
¿Os habéis quedado con ganas de ver la película verdad? No dudéis en hacerlo, se trata de un clásico del cine, de ese que te deja buen sabor de boca. Os dejo un enlace para poder verla aunque seguro que encontrareis la forma de hacerlo como más os guste a través de las redes.
¿Pensando en disfrutar de una de las mejores bandas sonoras del Western?, aquí tienes la versión que los chicos de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa hacen de “La fiebre del Oro” de Ennio Morricone.