Con cierta periodicidad nos veremos obligados a sustituir algunas piezas de desgaste de la bicicleta, es importante vigilar estos productos, de esta forma evitaremos reparaciones más serias o incluso un posible accidente. Nuestra querida compañera está continuamente expuesta a rozamientos y fricciones, lo que inevitablemente genera un importante desgaste de algunos productos.
Neumáticos
Las neumáticos son nuestro punto de contacto permanente con el suelo, por lo que su desgaste es continuo. Los compuestos con las que son realizadas son bastante sensibles a la degradación, cuanto más blando sea este más agarre obtendremos.
Pastillas de freno
El único control de nuestra bicicleta ante la velocidad son los frenos. Estos cuentan con unas piezas llamadas pastillas o zapatas, dependiendo del sistema de frenado. Estas son las que literalmente friccionan en los discos o llantas para detener nuestro vehículo. Llevarlas en perfecto estado puede evitar algún buen susto.
Puños
Agarrarse fuertemente al manillar, los kilómetros, el paso del tiempo y otros factores hacen que los puños poco a poco se vayan desgastando. Unos puños en mal estado pueden arruinarnos una perfecta jornada de mountain bike.
Cadena
El rozamiento que sufre la transmisión con el paso de los kilómetros hace que inevitablemente sus componentes se vayan desgastando. Algunos factores como el barro o el polvo hacen que se acelere su deterioro, siendo la cadena la parte más débil.
Cableado
Cuando los cambios no están perfectamente sincronizados es posible que el estado del cableado no sea ni mucho menos óptimo. La continua fricción de los cables con las fundas hace que el recubrimiento interior se desgaste y termine por no deslizarse correctamente.